Pals (Girona)
Dejando al margen su preciosa playa, Pals es un pueblo de visita obligada. Su origen medieval y su buen estado de conservación lo han convertido en un reclamo turístico indiscutible. Se sitúa en la comarca de Bajo Ampurdán y aún conserva un castillo, una muralla y un barrio gótico. Destaca por sus calles empedradas y sus casas de piedra. ¡Toda una joya en la Costa Brava!
Patones de Arriba (Comunidad de Madrid)
Patones es un municipio de la Comunidad de Madrid dividido en dos pueblecitos, Patones de Arriba y Patones de Abajo. El primero de ellos ha logrado conservar la estética tradicional y se ha convertido en un auténtico viaje en el tiempo. Sus casas y suelos de pizarra y sus callejuelas escondidas lo sitúan como uno de los pueblos con más encanto de la Comunidad.
Valverde de los Arroyos (Guadalajara)
Valverde de los Arroyos es otro de los pueblos de la ruta de la arquitectura negra de Guadalajara, que destaca por las construcciones en pizarra negra. De este pueblo llaman especialmente la atención su plaza mayor y su iglesia, las dos también hechas de pizarra negra.
Taramundi (Asturias)
Taramundi es un pequeño pueblecito de la parte occidental de Asturias, casi pegado a Galicia. Fue uno de los pioneros en explotar el denominado turismo rural, lo que les ha llevado a mantener esa estética antigua y rural con sus casas de piedra. En la actualidad destaca también por su artesanía, especialmente por las navajas trabajadas a mano. Además, cuenta con un castro en el propio pueblo: Os Castros de Taramundi, fundado en la Edad del Bronce.
Roda de Isábena (Huesca)
Roda de Isábena es un bonito pueblo de Huesca rodeado por un entorno natural inmejorable: la Sierra de Esdolomada, la Sierra del Chordal y la Sierra de Sís. De él cabe destacar la Catedral de San Vicente Mártir. Esta catedral es la más antigua de Aragón y Roda de Isábena es el pueblo más pequeño de España que alberga una construcción catedralicia.
Rupit i Pruit (Barcelona)
Rupit i Pruit es uno de los pueblos medievales más bonitos de Cataluña. Sus casas de piedra, los restos de su castillo y su puente colgante lo convierten en un espacio que parece trasladarnos en el tiempo directamente al medievo.
Peñalba de Santiago (León)
Este pueblo de León pertenece al municipio de Ponferrada y está situado a 1.100 metros de altitud. Peñalba de Santiago tiene un encanto especial, no solo por sus calles y casas de piedra, sino porque aún conserva su iglesia mozárabe del siglo X, una auténtica joya arquitectónica.
Ciurana de Tarragona (Tarragona)
Ciurana (Siurana) de Tarragona es un pueblecito asentado sobre una montaña de piedra caliza que promete no defraudar. Muchos aseguran que parece estar sacado de un cuento de hadas y no es para menos. Siurana es el último enclave de la ocupación de los árabes en Cataluña. De él destacan sus increíbles vistas y su iglesia del siglo XII.
Sos del Rey Católico (Zaragoza)
Este pueblo de Zaragoza pertenece a la comarca de las 5 Villas y está muy cerca de la Comunidad Foral de Navarra. Su nombre procede del Rey Fernando el Católico, que nació precisamente en esta villa. Entre los imprescindibles de Sos del Rey Católico están el Palacio de los Sada y el antiguo barrio judío.
Fornalutx (Mallorca)
Este pueblecito mallorquín de la Sierra de Tramontana es famoso por sus calles y casas de piedra. Algunas de estas aún conservan las pinturas de sus tejas, que representaban escenas religiosas y cotidianas de entre los siglos XIV y XIX.
¿Se nos ha escapado alguno? Si conoces otros pueblos de piedra, no dudes en contárnoslo.
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