Los separadores son necesarios para que la piedra decorativa no se desplace y la división entre ambas zonas sea clara. Entre los más comunes destacan las traviesas, las chapas y los bordillos.
Cuando utilizamos varios tipos de piedra decorativa o, simplemente, queremos separar la piedra de otros elementos, como puede ser el césped, debemos utilizar separadores que nos ayuden a evitar que las piedras se desplacen y la división entre ambos quede difusa. Aunque hay muchos materiales que se pueden utilizar con este fin, conviene hacerlo con aquellos que o bien son pesados o bien van insertados en el terreno para asegurarnos de que no se vayan a mover.
Separadores de madera
La madera es una de las tendencias en decoración de jardines en 2020. Su aspecto permite una integración casi absoluta con el jardín y nos ayuda a decorar a la vez que separa espacios.
Los separadores en madera más utilizados en paisajismo y jardinería son las traviesas, las borduras y las mini vallas.
Separadores de metal
Los separadores de metal también son muy reclamados en el ámbito de la jardinería. Su reducido peso, su precio y su capacidad para doblarse lo convierten en un material perfecto para separar espacios creando curvas.
Los separadores más demandados en este ámbito son la chapa galvanizada, la chapa con oxidación y el acero corten, aunque este último tiene un precio bastante elevado y no es apto para todos los bolsillos.
Los separadores de piedra
Si hay un separador que realmente quede integrado en el ambiente ese es el separador de piedra. Se caracteriza por su elevado peso y, por tanto, por su dificultad para moverse, de tal forma que contiene la piedra decorativa de una manera muy eficaz.
Cuando hablamos de separadores de piedra nos referimos a los bordillos. Los hay de diferentes tipos, aunque destacan los compuestos de granito, grava volcánica y pizarra.
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