Los suelos en piedra natural son sinónimo de belleza y diseño, pero hay quién no se atreve con ellos porque cree que su limpieza y mantenimiento son complejos, pero nada más lejos de la realidad :)
Si eres de los que creen que limpiar suelos de piedra natural es algo laborioso, no puedes perderte este resumen que hemos preparado para que su limpieza sea todo un éxito en cuanto a resultados y tiempo invertido.
Limpieza de los suelos de piedra
Barre el suelo como haces normalmente para quitar la suciedad más externa
Puedes fregar el suelo de piedra con una fregona, un trapo o una mopa, ya que la clave está en los productos que utilices. Lo ideal es consultar los cuidados de la piedra con el vendedor, pero, en líneas generales, todos te van a recomendar hacerlo de alguna de las siguientes maneras:
Sólo con agua
Con agua y jabón neutro
Limpiador específico para suelos de piedra
Jabón para lavavajillas a mano
Te recomendamos comenzar la limpieza por una esquina de la habitación para terminar en la puerta, al igual que haces con el resto de la casa.
En cuanto al secado, dependerá de la temperatura y el índice de humedad de la casa. En cualquier caso, debes esperar a que el suelo de piedra se seque de manera natural. Si no lo has encharcado y sólo lo has humedecido, este proceso debería ser muy rápido.
Mantenimiento de los suelos de piedra natural
Siguiendo unas sencillas recomendaciones, puedes mantener tu suelo de piedra durante muchísimos años como si estuviera nuevo. La piedra es un material extremadamente resistente y duradero, por lo que su vida útil es casi infinita. Sin embargo, mantenerlo en perfectas condiciones y que, pese al paso del tiempo, siga pareciendo nuevo requiere de algunas pautas que te detallamos a continuación:
El sellado o llaga por la que se unen las piedras debe ser de buena calidad y se recomienda renovarlo cada pocos años para que se mantenga en perfecto estado.
Cuando se caiga algún líquido sobre la piedra, trata de limpiarlo de inmediato.
Mantén siempre limpio el suelo de piedra
Protege la base de muebles o elementos decorativos que muevas habitualmente para evitar que su desplazamiento ralle la piedra.
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